Volver a tomar en ganchillo, para hacer un pequeño presente fue fácil, mis manos no olvidan el cómo y mi corazón se llena de júbilo al hacer lo que tanto ama.
La prisa del día a día, el trabajo, los hijos y nuevas y hermosas pasiones me alejaron del tejido, sin embargo esta cuarentena me regaló el tiempo para recomenzar, doy gracias a Dios por aquello.
Sigan en casa!
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